Materia 1 Materia 2 Materia 3 Materia 4
Pregunta 1
1. Desorden que se caracteriza por comer compulsivamente y en exceso para posteriormente provocarse el vómito por miedo a aumentar de peso.
A) Bulimia
B) Diabetes
C) Anorexia
D)
Obesidad
Pregunta 2
2. De la siguiente lista, identifica dos causas del impacto ambiental:
1. Evolución geológica
2. Crecimiento poblacional
3. Consumismo
4. Regiones naturales
5. Desarrollo sustentable
1. Evolución geológica
2. Crecimiento poblacional
3. Consumismo
4. Regiones naturales
5. Desarrollo sustentable
A) 1, 3
B) 1, 5
C) 2, 3
D)
4, 5
Pregunta 3
3. Indique cual(es) de los siguientes puntos corresponden a la teoría propuesta por Lamarck.
I. Uso y desuso de los órganos.
II. Sostiene que el único mecanismo evolutivo son las mutaciones.
III. Herencia de los caracteres adquiridos.
IV. Los seres vivos se mantienen sin cambios desde su origen.
I. Uso y desuso de los órganos.
II. Sostiene que el único mecanismo evolutivo son las mutaciones.
III. Herencia de los caracteres adquiridos.
IV. Los seres vivos se mantienen sin cambios desde su origen.
A) I y IV
B) II y III
C) I y III
D)
II y IV
RESPUESTAS
1.-
2.-
3.-
Pregunta 4
4. LA METAMORFOSIS
Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto. Estaba echado de espaldas sobre un duro caparazón y, al alzar la cabeza, vio su vientre convexo y oscuro, surcado por curvadas callosidades, sobre el que casi no se aguantaba la colcha, que estaba a punto de escurrirse hasta el suelo. Numerosas patas, penosamente delgadas en comparación con el grosor normal de sus piernas, se agitaban sin concierto.
–¿Qué me ha ocurrido?
No estaba soñando. Su habitación, una habitación normal, aunque muy pequeña, tenía el aspecto habitual. Sobre la mesa había desparramado un muestrario de paños –Samsa era viajante de comercio–, y de la pared colgaba una estampa recientemente recortada de una revista ilustrada y puesta en un marco dorado. La estampa mostraba a una mujer tocada con un gorro de pieles, envuelta en una estola también de pieles, y que, muy erguida, esgrimía un amplio manguito, asimismo de piel, que ocultaba todo su antebrazo. Gregorio miró hacia la ventana; estaba nublado, y sobre el cinc del alféizar repiqueteaban las gotas de lluvia, lo que le hizo sentir una gran melancolía. –Bueno –pensó–, ¿y si siguiese durmiendo un rato y me olvidase de todas estas locuras? Pero no era posible, pues Gregorio tenía la costumbre de dormir sobre el lado derecho, y su actual estado no le permitía adoptar tal postura. Por más que se esforzara volvía a quedar de espaldas. Intentó en vano esta operación numerosas veces; cerró los ojos para no tener que ver aquella confusa agitación de patas, que no cesó hasta que notó en el costado un dolor leve y punzante, un dolor jamás sentido hasta entonces.
–¡Qué cansada es la profesión que he elegido! –se dijo–. Siempre de viaje. Las preocupaciones son mucho mayores cuando se trabaja fuera, por no hablar de las molestias propias de los viajes: estar pendiente de los enlaces de los trenes; la comida mala, irregular; relaciones que cambian constantemente, que nunca llegan a ser verdaderamente cordiales, y en las que no tienen cabida los sentimientos. – ¡Al diablo con todo! Sintió en el vientre una ligera picazón. Lentamente, se estiró sobre la espalda en dirección a la cabecera de la cama, para poder alzar mejor la cabeza. Vio que el sitio que le picaba estaba cubierto de extraños puntitos blancos. Intentó rascarse con una pata, pero tuvo que retirarla inmediatamente, pues el roce le producía escalofríos.
La palabra “esgrimía” resaltada en negritas en el primer párrafo, puede ser mejor reemplazada por:
Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto. Estaba echado de espaldas sobre un duro caparazón y, al alzar la cabeza, vio su vientre convexo y oscuro, surcado por curvadas callosidades, sobre el que casi no se aguantaba la colcha, que estaba a punto de escurrirse hasta el suelo. Numerosas patas, penosamente delgadas en comparación con el grosor normal de sus piernas, se agitaban sin concierto.
–¿Qué me ha ocurrido?
No estaba soñando. Su habitación, una habitación normal, aunque muy pequeña, tenía el aspecto habitual. Sobre la mesa había desparramado un muestrario de paños –Samsa era viajante de comercio–, y de la pared colgaba una estampa recientemente recortada de una revista ilustrada y puesta en un marco dorado. La estampa mostraba a una mujer tocada con un gorro de pieles, envuelta en una estola también de pieles, y que, muy erguida, esgrimía un amplio manguito, asimismo de piel, que ocultaba todo su antebrazo. Gregorio miró hacia la ventana; estaba nublado, y sobre el cinc del alféizar repiqueteaban las gotas de lluvia, lo que le hizo sentir una gran melancolía. –Bueno –pensó–, ¿y si siguiese durmiendo un rato y me olvidase de todas estas locuras? Pero no era posible, pues Gregorio tenía la costumbre de dormir sobre el lado derecho, y su actual estado no le permitía adoptar tal postura. Por más que se esforzara volvía a quedar de espaldas. Intentó en vano esta operación numerosas veces; cerró los ojos para no tener que ver aquella confusa agitación de patas, que no cesó hasta que notó en el costado un dolor leve y punzante, un dolor jamás sentido hasta entonces.
–¡Qué cansada es la profesión que he elegido! –se dijo–. Siempre de viaje. Las preocupaciones son mucho mayores cuando se trabaja fuera, por no hablar de las molestias propias de los viajes: estar pendiente de los enlaces de los trenes; la comida mala, irregular; relaciones que cambian constantemente, que nunca llegan a ser verdaderamente cordiales, y en las que no tienen cabida los sentimientos. – ¡Al diablo con todo! Sintió en el vientre una ligera picazón. Lentamente, se estiró sobre la espalda en dirección a la cabecera de la cama, para poder alzar mejor la cabeza. Vio que el sitio que le picaba estaba cubierto de extraños puntitos blancos. Intentó rascarse con una pata, pero tuvo que retirarla inmediatamente, pues el roce le producía escalofríos.
La palabra “esgrimía” resaltada en negritas en el primer párrafo, puede ser mejor reemplazada por:
A) Portaba
B) Lucía
C) Mostraba
D)
Blandía
Pregunta 5
5. LOS ACOSADORES
Solo uno de cada tres padres encuestados está al tanto de los problemas de acoso que afectan a sus hijos, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por la Secretaría de Educación que se hizo público el miércoles. El estudio, realizado entre diciembre de 2018 y enero de 2019, se llevó a cabo sobre una muestra de 19.000 padres, profesores y alumnos de escuelas de primaria, secundaria y bachillerato en las que se había reportado problemas de acoso.
La encuesta, la primera de este tipo llevada a cabo por la Secretaría, analizó a los estudiantes a partir del cuarto grado. Según el estudio, el 22% de los alumnos de primaria encuestados dijo que había sufrido acoso por parte de sus compañeros, frente al 13% de los estudiantes de secundaria y al 4% de los de bachillerato. Por otro lado, un 26% de los alumnos de primaria admitió haber acosado a otros, descendiendo el porcentaje hasta el 20% en el caso de los de secundaria y a un 6% en el caso de los de bachillerato. De aquellos que respondieron haber acosado a otros, entre un 39% y un 65% reconoció que ellos también habían sido acosados por otros compañeros. El estudio indica que el 37% de los padres de los niños de primaria que han sufrido acoso por parte de sus compañeros conocía el hecho de que sus hijos estaban siendo acosados. La cifra era del 34% en el caso de los padres de alumnos de secundaria y del 18% en el caso de los de bachillerato. De los padres que dijeron conocer el hecho, entre un 14% y un 18% se había enterado por los profesores. Según el estudio, sólo entre un 3% y un 4% de los padres dijo haber sido informado por sus hijos. El estudio también descubrió que el 42% de los profesores de primaria no está al tanto del acoso que sufren algunos de sus alumnos. El porcentaje de estos profesores fue del 29% en la enseñanza secundaria y del 69% en el bachillerato. Al preguntar sobre el origen de estas conductas intimidatorias, el 85% de los profesores afirmó que se debían a una deficiente educación en los hogares.
El estudio arrojó los siguientes resultados:
Solo uno de cada tres padres encuestados está al tanto de los problemas de acoso que afectan a sus hijos, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por la Secretaría de Educación que se hizo público el miércoles. El estudio, realizado entre diciembre de 2018 y enero de 2019, se llevó a cabo sobre una muestra de 19.000 padres, profesores y alumnos de escuelas de primaria, secundaria y bachillerato en las que se había reportado problemas de acoso.
La encuesta, la primera de este tipo llevada a cabo por la Secretaría, analizó a los estudiantes a partir del cuarto grado. Según el estudio, el 22% de los alumnos de primaria encuestados dijo que había sufrido acoso por parte de sus compañeros, frente al 13% de los estudiantes de secundaria y al 4% de los de bachillerato. Por otro lado, un 26% de los alumnos de primaria admitió haber acosado a otros, descendiendo el porcentaje hasta el 20% en el caso de los de secundaria y a un 6% en el caso de los de bachillerato. De aquellos que respondieron haber acosado a otros, entre un 39% y un 65% reconoció que ellos también habían sido acosados por otros compañeros. El estudio indica que el 37% de los padres de los niños de primaria que han sufrido acoso por parte de sus compañeros conocía el hecho de que sus hijos estaban siendo acosados. La cifra era del 34% en el caso de los padres de alumnos de secundaria y del 18% en el caso de los de bachillerato. De los padres que dijeron conocer el hecho, entre un 14% y un 18% se había enterado por los profesores. Según el estudio, sólo entre un 3% y un 4% de los padres dijo haber sido informado por sus hijos. El estudio también descubrió que el 42% de los profesores de primaria no está al tanto del acoso que sufren algunos de sus alumnos. El porcentaje de estos profesores fue del 29% en la enseñanza secundaria y del 69% en el bachillerato. Al preguntar sobre el origen de estas conductas intimidatorias, el 85% de los profesores afirmó que se debían a una deficiente educación en los hogares.
El estudio arrojó los siguientes resultados:
A) 22% de los alumnos de primaria, 13% de estudiantes de secundaria y 4% de los de bachillerato ha sufrido acoso por parte de sus compañeros.
B) 4% de los alumnos de primaria, 22% de estudiantes de secundaria y 13% de los de bachillerato ha sufrido acoso por parte de sus compañeros.
C) 13% de los alumnos de primaria, 4% de estudiantes de secundaria y 22% de los de bachillerato ha sufrido acoso por parte de sus compañeros.
D)
13% de los alumnos de primaria, 22% de estudiantes de secundaria y 4% de los de bachillerato ha sufrido acoso por parte de sus compañeros.
Pregunta 6
6. Franz Kafka conoció a Milena Jesenská a principios de 1920. Entre ambos surgió una íntima relación amorosa, desbordante de una agitada pasión, que con el paso del tiempo se teñiría de desesperanza. Fue sobre todo una pasión epistolar cuyo fruto es una prolífica correspondencia; una verbena de frases y pensamientos que adquiere visos de narración épica entre el masoquismo y la humillación, la ternura y el temor, la entrega absoluta y el rechazo, la culpa y la desolación.
Franz Kafka nació en Praga en 1883. Era el único hijo varón de un emprendedor hombre de negocios judío, cuyo carácter dominante obsesionó a su hijo, influyéndolo en todos los ámbitos de la vida, desde su indecisión a la hora de contraer matrimonio hasta el contenido de su obra genial y atormentada. También tuvo tres hermanas que le inspiraron siempre un profundo cariño y con las que mantuvo una buena amistad. Éstas, como gran parte de los amigos del escritor, fueron asesinadas en campos de concentración. La Gestapo destruyó archivos, hizo desaparecer legajos, manuscritos y documentos, además de prohibir la edición de su obra completa que en aquel entonces estaba en marcha. Esta fue una de las devastadoras consecuencias del paso del nacionalsocialismo por una de las ciudades más hermosas de Europa, Praga, donde el escritor pasó gran parte de su breve existencia. En 1906, después de estudiar derecho, Franz se doctoró, y desde entonces trabajó en distintas y aburridas compañías de seguros de Praga, hasta que la tuberculosis le obligó a retirarse en 1922.
Era un joven de aspecto serio, de carácter inseguro, que iba siempre pulcramente vestido, “un chico amable y reservado”. Los grandes ojos grises que aparecen en sus retratos miran abiertamente al espectador, con una expresión entre la duda y el asombro, los labios se mantienen generalmente apretados, el pelo negro, muy corto, le arranca de la mitad de la frente, la nariz ancha y unas características orejas de soplillo delimitan su marcado rostro; un terreno perfectamente definido y definible que contrasta con su caótico, confuso y turbulento interior.
Kafka consagró toda su vida a la literatura y, en contra de lo que comúnmente se cree, una buena parte de sus narraciones vio la luz en revistas y periódicos de su tiempo; más tarde, junto a otras inéditas, fueron editadas en forma de libros hasta completar un total de siete volúmenes. A pesar de que la última voluntad del escritor fue que se destruyera su prolífica obra aún inédita, Max Brod, su gran amigo y albacea testamentario, se negó a cumplir semejante deseo.
Del segundo párrafo se desprende que:
Franz Kafka nació en Praga en 1883. Era el único hijo varón de un emprendedor hombre de negocios judío, cuyo carácter dominante obsesionó a su hijo, influyéndolo en todos los ámbitos de la vida, desde su indecisión a la hora de contraer matrimonio hasta el contenido de su obra genial y atormentada. También tuvo tres hermanas que le inspiraron siempre un profundo cariño y con las que mantuvo una buena amistad. Éstas, como gran parte de los amigos del escritor, fueron asesinadas en campos de concentración. La Gestapo destruyó archivos, hizo desaparecer legajos, manuscritos y documentos, además de prohibir la edición de su obra completa que en aquel entonces estaba en marcha. Esta fue una de las devastadoras consecuencias del paso del nacionalsocialismo por una de las ciudades más hermosas de Europa, Praga, donde el escritor pasó gran parte de su breve existencia. En 1906, después de estudiar derecho, Franz se doctoró, y desde entonces trabajó en distintas y aburridas compañías de seguros de Praga, hasta que la tuberculosis le obligó a retirarse en 1922.
Era un joven de aspecto serio, de carácter inseguro, que iba siempre pulcramente vestido, “un chico amable y reservado”. Los grandes ojos grises que aparecen en sus retratos miran abiertamente al espectador, con una expresión entre la duda y el asombro, los labios se mantienen generalmente apretados, el pelo negro, muy corto, le arranca de la mitad de la frente, la nariz ancha y unas características orejas de soplillo delimitan su marcado rostro; un terreno perfectamente definido y definible que contrasta con su caótico, confuso y turbulento interior.
Kafka consagró toda su vida a la literatura y, en contra de lo que comúnmente se cree, una buena parte de sus narraciones vio la luz en revistas y periódicos de su tiempo; más tarde, junto a otras inéditas, fueron editadas en forma de libros hasta completar un total de siete volúmenes. A pesar de que la última voluntad del escritor fue que se destruyera su prolífica obra aún inédita, Max Brod, su gran amigo y albacea testamentario, se negó a cumplir semejante deseo.
Del segundo párrafo se desprende que:
A) El padre de Franz influyó en él tras su muerte.
B) La dominante personalidad de su padre lo incitó a escribir.
C) La dominación que ejercía su padre lo influyó profundamente.
D)
Al ser sumamente dominante, su padre lo obligó a escribir y trabajar.
RESPUESTAS
4.-
5.-
6.-
Pregunta 7
7. En una fiesta de cumpleaños la animadora hace un juego con los niños en el que les da un minuto para comer una dona que cuelga frente a ellos, sin utilizar las manos. La animadora registra en fracciones el tiempo empleado por cada niño para comerse la dona y, con base en ello. Premia a los cuatro primeros lugares.
Ordene de menor a mayor el tiempo que tardaron los cuatro niños en comerse la dona para que la animadora otorgue los premios.
Tiempo de cada niño
A: 5/6
B: 5/8
C: 5/5
D: 5/7
Ordene de menor a mayor el tiempo que tardaron los cuatro niños en comerse la dona para que la animadora otorgue los premios.
Tiempo de cada niño
A: 5/6
B: 5/8
C: 5/5
D: 5/7
A) A. B. C. D
B) B. D. A. C
C) C. A. D. B
D)
D. C. B. A
Pregunta 8
8. Observa la figura: ¿Cuál de las siguientes figuras corresponde a la anterior después de ser girada?
A)
B)
C)
D)
Pregunta 9
9. Calcula el cociente de la siguiente operación: (143x3 y2 z4)/(-13 x y2 z3)
A) – 130x²yz
B) – 11x²z
C) – 11 x²yz
D)
– 130 x²z
RESPUESTAS
7.-
8.-
9.-
Pregunta 10
10. Elige la opción que contiene palabras escritas incorrectamente:
A) Trastorno, vertedero, homínido.
B) Azúcar, bilabial, escudero.
C) Caretera, homunculo, esclerocis.
D)
Portador, parcela, laborar.
Pregunta 11
11. Es la característica más importante del sustantivo propio:
A) Designar seres y cosas de la misma clase, incluirlos en un conjunto de entidades de la misma especie.
B) Constituir a una clase particular de una cosa, a la que se le otorga una entidad única.
C) Designar seres y cosas que se pueden incluir en una misma clase.
D)
Su capacidad para describir a los conceptos.
Pregunta 12
12. En la oración: “el camino es ríspido” el antónimo de la palabra subrayada es:
A) Suave
B) Dúctil
C) Áspero
D)
Rugoso
RESPUESTAS
10.-
11.-
12.-